Publicado el Miercoles, 21 de Septiembre del 2011 por lanzadigital
Conducir bebido y hacerlo sin tener carné se mantienen como los delitos de tráfico que más se producen en Ciudad Real.
El dato global de la conducción bajo los efectos del alcohol en 2010 (un delito, con o sin accidente siempre que se supere los 0,60 mg/l) se quedó en 497 calificaciones, mientras que por conducir sin licencia la fiscalía acusó en 464 ocasiones. En términos globales hay una ligera disminución con respecto al año anterior, 2009, que tiene las cifras más “espectaculares”, en palabras del fiscal de Seguridad Vial Jesús Gassent, que las justifica por el hecho de que hasta mayo de 2008 no era delito ponerse al volante sin licencia y en las alcoholemias tampoco existía la ‘tasa delictiva’, que puso fin a la discusión sobre el grado de embriaguez.Esas salvedades no son excusa para que prevalezca una realidad: que sigue habiendo muchos delitos de alcoholemia, y que la gente se toma a la ligera lo de conducir sin estar habilitado para ello, o con el carné retirado.
De hecho basta sumar los datos de la última memoria fiscal para saber que si en 2010 hubo 1.020 delitos de tráfico, 961 fueron por alcoholemias y no tener permiso. El resto se lo reparte la conducción temeraria, negarse a la prueba de alcoholemia (38), riesgos para la circulación (4), la velocidad siempre que sea “notoriamente superior” a la legal.
Por conducir de manera temeraria la fiscalía calificó 25 casos el año pasado, un dato que supera la media que está en 20,6. Y resulta curioso que por conducir a velocidad excesiva (para que sea un delito penal el caso debe ser muy grave) sólo se calificó un asunto en todo 2010.
La fiscalía de Seguridad Vial, que desde julio y a instancias del fiscal general hace un seguimiento pormenorizado de las acusaciones por homicidio imprudente o lesiones graves por imprudencia (de momento no ha habido ninguno en Ciudad Real), si ha conseguido algo bueno desde que se endurecieron los delitos de tráfico: la conformidad, que en 2010 alcanzó en Ciudad Real un porcentaje del noventa por ciento. Un dato muy bueno para Gassent que se explica por la, por así decirlo, manga ancha que se tiene contra determinados infractores que están dispuestos a asumir su responsabilidad. En esos casos se obtiene una rebaja ostensible de la pena que según las últimas reformas puede ser de cárcel, multa o trabajos en beneficio de la comunidad, de ahí que la mayoría acceda a conformarse y evitar el juicio.
El fiscal de Seguridad Vial, una figura que existe en la provincia desde 2006, también destaca el enorme esfuerzo que está haciendo la Guardia Civil de Tráfico para perseguir sin tregua la conducción bajo los efectos del alcohol. “Si en 2006 las pruebas de alcoholemia estaban cerca de las 70.000 al año, en 2010 se superaron ampliamente las 110.000, y eso también se nota a la hora de que haya más calificaciones por alcoholemia”, concluye Gassent.
